COMO HACER QUE NUESTRO HIJO DISFRUTE DE SU PARTIDO EL FIN DE SEMANA.
Llega el fin de semana y con él, el partido de nuestro hijo y lo que en principio tendría que ser un evento en el que todos lo pasaran en grande, muchas veces no acaba siendo así.
El fútbol sala al igual que el fútbol es un deporte pasional, esto unido a que los papas quieren lo mejor para sus hijos, conlleva muchas veces a situaciones que no son un ejemplo para los niños. Con este articulo queremos, desde nuestro Club, darle un poco de sentido común a esta situación que a veces se ve en los distintos pabellones, polideportivos, etc. donde juegan nuestros hijos.
No tengo experiencias en otros países pero en España hay un déficit tremendo en la formación deportiva de los padres, ese Papa o Mama sacando el entrenador que lleva dentro, sin tener para nada en cuenta lo que le pueda afectar a su hijo o hija. El Fútbol es un deporte en el que los niños van a hacer amigos, no enemigos y a pasarlo bien a la vez que aprenden.
Debido a que todos los niños tienen un nivel madurativo distinto y su capacidad de atención y comprensión es limitada, sabemos que los niños de la misma edad no son iguales, es algo muy importante que nuestros entrenadores tienen siempre en cuenta y que muchas veces a los padres se les olvida. Por esto a nuestros niños no les hacemos competir a cualquier precio.
No podemos permitir que los padres busquen que su hijo sea futbolista a cualquier precio, padres que reflejan su afán competitivo y que exigen a sus hijos un nivel superior al que están dando, convirtiendo lo que para el niño debería de ser un juego en un trabajo. Es importantísimo crear un ambiente en el que el niño disfrute de la manera que le guste, no de la manera que nos gustaría a nosotros.
Os proponemos una serie de normas para que vuestros hijos disfruten de su partido y puedan expresar todo lo que llevan dentro a la hora de jugar su partido:
- No gritar a vuestros hijos en público, ni a su entrenador.
- No menospreciar al árbitro.
- Reír y divertirse viéndoles jugar.
- No dar lecciones después del partido a vuestros hijos.
- No olvidar que es solo un juego.
- Pensar que el niño siempre lo hace como mejor sabe.
- Los padres deben tener claro que se encuentran fuera y no dentro de la cancha.
- En vez de dar un consejo técnico a vuestro hijo, dar un grito de apoyo y de ánimo.
- Aplaudir siempre todas las acciones de juego que haga nuestro equipo.
Os dejo ya la última reflexión:
La misión del entrenador es entrenar, la del arbitro arbitrar, la de los niños divertirse mientras juegan y la de los padres es disfrutar del partido y apoyar a su hijo o hija. Hay que aprender a valorar las mejoras del equipo en general y de tu hijo en particular, dejar de pensar en el resultado y pensar solamente en esto:
¿TE HAS DIVERTIDO? Y LO MAS IMPORTANTE ¿TU HIJO SE HA DIVERTIDO?
